sábado, 21 de enero de 2012

LA REINA.1


1.    Toda reina merece UN rey.



Algo que realmente odiaba era ser despertada de mi habitual y sagrada siesta por los “PING” que eran enviados a mi blackberry continuamente cuando no respondía. Me deshice el moño improvisado que llevaba en el pelo, dejando caer mi enredada y oscura melena. Me mire al espejo, la blackberry seguía vibrando, pero yo la ignoraba con desprecio, como si hubiera sido la culpable de la interrupción de mis sueños. Mi habitación no era muy grande, tenia cuatro paredes, tres de ellas cubiertas de fotos e imágenes de revistas, grupos, películas de cine que me gusten y mías y de mis amigas. Y la cuarta pared era un armario, con cuatro puertas, las cuatro espejos, tres de ellos pintados con las letras de mis canciones favoritas o canciones escritas por mi y el cuarto limpio, para poder ver mi aspecto, el cual en estos instantes dejaba mucho que desear. Iba en ropa interior, así que cogí una camisa y me la puse. Abrí la puerta de mi habitación, ni un solo alma en el pasillo, como siempre, volví y cogí finalmente el móvil, tenia mensajes de Idoia y Serena. Idoia había sido la responsable de que yo estuviera despierta. Me avisaba de que había que estar en la fiesta de Alison a las 7 y Serena solo mencionaba lo mismo, añadió hora para quedar nosotras 5 y me pregunto por si después iba a haber o no botellón. Con las 5 se refiere a Eli, Idoia, Ariana ella y yo, somos como las 5 amigas que siempre solemos quedar, las que lo compartimos todo. Levante la persiana y deje entrar la luz, y puse en los altavoces la canción de Nirvana, “Smells like teen spirit”. Ariana me llamo, al otro lado del móvil ella también escuchaba música, escuchaba Guns N Roses.

-       - ¡Buenas tardes!- Dije.
-       -¿Cómo hacemos hoy? La fiesta es pronto.
-       -Lose.
-       -¿Vienes a mi casa sobre las seis y media?
-      - Claro que si, ¿a la de mami?
-       -A la de mami, y… ¿tabaco?
-       -¡Tengo!
-       -¿Bebida?
-       -La fiesta acaba a las nueve, pillarla después, yo estoy con antibiótico, no puedo beber demasiado.
-      - ¡Que mierda! Bueno anda, ¿pero algo beberás?
-       -Si, ¡claro! ¿Nos vemos a las seis?
-       -A las seis y media, casa de mami, acuérdate.
-       -Seis y media, casa de mami, anotado, ¡Mua!
-       -¡Beso!

De las cinco Ariana era la que mejor me conocía, éramos como hermanas, lo sabíamos todo la una de la otra y su casa era mi casa al igual que la mía era la suya. Ya eran las cinco.

-       -¡Virginia!
-       -¿Si, mama?
-       -¿Qué vas a hacer hoy?
-       -Salir mami… Quede a las seis y media en casa de Ariana.
-       -¿No te parece exageradamente pronto?
-       -Mamá, es la fiesta de Alison, hoy salen todos pronto.
-       -Siempre igual, Vir, deja de decir tonterías, es demasiado pronto, ¿a que hora piensas volver?
-       -Sobre las dos.
-       -Ocho horas fuera de casa, ¿te parece normal?
-       -Mama déjame en paz.- Dije refunfuñando.

Cerré la puerta de mi habitación y me vestí. Saque unas Dr.Martens negras, compradas en un mercadillo de segunda mano, no tenían cordones y estaban desgastadas y sucias, eso era lo mejor, me quite la camisa y me puse un top negro de encaje, dejando la barriga al aire y unos vaqueros cortos con tachuelas en el bolsillo derecho, me calce. Fui al baño, me eche una base un poco mas oscura que mi tono de piel, tape todos lo imperfectos con el corrector evitando ocultar las pecas que tenia en la nariz y mejillas, me eche una sombra de ojos azul muy oscura y después me hice la raya con un eyeliner liquido, al final del ojo alargue un pico y en el otro igual. Me eche todo el rimel que pude, para que mis pestañas quedaran bien marcadas, metí el móvil y treinta euros en el bolso del pantalón y me puse una chaqueta de cuero. Saque un euro suelto para el autobús de la hucha y salí de casa. Ni si quiera me despedí.
Quedaban unos minutos para que llegara el bus a la parada, Ariana me metía prisa, porque sabía de mi tradicional impuntualidad. Por fin llegó el bus. El trayecto hasta el centro, donde vivía Ariana eran unos veinte minutos aproximados. Me hablo por la blackberry.
Ariana: ¿Dónde estas? ¡Llega ya!
Virginia:  Volando, ya baje del bus, estoy a la vuelta de la esquina.
Ariana: ¡Vuela, Vir! Llegamos tarde.

Baje del bus, la casa de Aria estaba al final de la calle. Saque mi pitillera de “Los Ramones” y encendí un pitillo. Fumaba Lucky, Ariana y Eli preferían el Winston o Marlboro, pero yo ya me había aficionado. Pique al cuarto derecha, y Aria bajo. Llevaba una camisa blanca XXL y una cazadora vaquera de uno de sus hermanos mayores, con chapas y pines y una manga medio rasgada. Los pantalones cortos apenas se veían  y en los pies unos botines marrones. La sombra de ojos era verde, como sus ojos y el eyeliner negro, con el pico mucho mas exagerado que el mío. Ariana tenia los labios grandes, una mancha de nacimiento en la frente y un particular lunar en la barbilla. Llevaba la melena suelta y lisa.

-       -¡Vir!- Me dio dos besos.- Ya podemos correr, porque llegamos tarde.
-       -Toma.- Le di mi pitillo.- Fúmate lo que queda y a correr.
Le dio dos caladas, lo tiro al suelo, lo piso con sus botines y ambas salimos corriendo hacia “THE BLUE” donde Alison celebraba su fiesta. Allí estaban todas las demás, y no me refiero solo a Idoia, Serene y Eli, sino que, al resto del grupo. Las salude a todas. Eli llevaba un vestido negro apretadito de palabra de honor, y encima una blusa con estampados rosas, sus enormes ojos verdes maquillados, la melena con un medio recogido. Eli era morena con algunas mechas mas claras. Era muy delgada, como todas y tenia una enorme sonrisa, calzaba unos tacones negros de Zara. Idoia llevaba su “falda del éxito”, ella la llamaba así. Era una minifalda rosa, encima llevaba una blusa blanca y en los pies unas cuñas veis. Idoia y Serena no solían maquillarse muy exagerado. Idoia llevaba suelta su rubia melena y Serena la llevaba recogida con una diadema. Llevaba algunos de sus oscuros mechones ondulados e iba vestida con un vestido negro de encaje y unas sandalias amarillas. Serena tenia los ojos oscuros, al igual que su piel, yo era mas pálida. Llevaba también un bolso negro con tachuelas. Entramos en la fiesta. Teníamos cada una un par de copas gratis, yo solía pedir Bacardí limón limón. Me hice con una copa, mientras sonaban canciones como “Cooconut tree” o “Pégate mas”, dos de las canciones favoritas de Idoia. Ella a pesar de que no solía beber, desfasaba como nadie. 
Empezó a llegar un montón de gente conocida y “THE BLUE” se llenaba por momentos. Salí a fumarme un pitillo. En la entrada estaban Scott, Ron y mas amigos. Les salude y les di dos besos, Scott era el hermano de Anastasia, una de mis amigas y Ron era mi mejor amigo.
-       -¿Qué tal te va Vir?
-       -Muy bien.- Encendí el pitillo.- ¿Y vosotros?
-      - Deja eso que es mierda.- Dijo Ron refiriéndose al pitillo.
Scott al contrario me cogió el mechero e hizo lo mismo que yo.
-       -¡Luego te destrozara los pulmones Virginia!
-       -Vale papi.- Me reí.- Eres peor que mi novio.
-      - Eso es porque los dos te queremos mucho y nos preocupamos.
Le hice un gesto de burla, y a continuación le eche el humo en la cara.
-       -¿Queréis escuchar algo gracioso? El ultimo cotilleo.
-      - ¡Sorpréndenos!
-       -Tu hermana con Nate.
-       -¡Vaya fula!- Dijo Ron, Scott parecía no sorprenderse.- ¡Vir! ¿Qué clase de amigas son esas? Pero tu te habías pillado a Nate. ¿No te parece mal?
-      - Que se le va a hacer. Haber, me pidió permiso, lo hablo conmigo.
-       -¿Te pidió permiso? Menuda hermana que me gasto. Eres su amiga, no debería de habérselo ni planteado, además tu no le ibas a decir que no.
-       -Ya bueno Scott, Nate es tu amigo y no se ha cortado nada. Además yo ahora estoy con Ryan. Haber, me molesta porque es mi amiga, pero da igual.
-       -No Vir.- Dijo Ron que me conocía perfectamente.- ¿Vas a hacer algo verdad?
-      - Lo olvidaba.- Añadió Scott.- Eres una de las cinco, tu y tus amigas con vuestros jueguecitos. Vir, no te pases con mi hermana.
Sonreí, lo cierto es que respetaba la relación entre Nate y Anastasia, pero eso no les quitaba razón a Scott y Ron. Ahora tenia demasiadas cosas en mi cabeza y ellos dos eran protagonistas de algunos de mis problemas, para colmo me encontraba atada a mi novio por lo que no podía arriesgarme mucho con mis juegos. Así que Anastasia se salvaba de entrometerme donde no me llamaban, se salvaba de momento.

-       -Chicos, no pienso hacer nada enserio.
-      - Siempre hacéis algo.- Scott me cogió la mano y mostró el tatuaje de la corona que tenia en la muñeca.- Sois las “reinas” del juego, ¿no es así? Y los demás os la sudamos.
Nunca me lo admitió, pero Scott estaba convencido de que hubo momentos en los cuales yo jugué con el. No lo niego, pero yo juego con las personas inintencionadamente.

-       -Cuando quieres eres realmente inaguantable.
-      - ¿Inaguantable yo? Tu eres la que va de reina. Una chica con cerebro, una señorita con clase…
-      - … Y una zorra con actitud. Me lo has dicho muchas veces. Me largo.

Volví a entrar en “THE BLUE”, antes tire el pitillo y lo pise. Esas tres frases era la forma que tenia Scott de describirme. Dice que soy lista, pero que utilizo mi inteligencia con no muy buenos fines, que mi grupo de amigas y yo somos muy majas, pero unas autenticas mentirosas, que tenemos clase para inventarnos una vida pero en el fondo somos unas autenticas zorras.

-      - Pareces cabreada Vir.
-       -¡Ariana! ¿Sabes algo de Anastasia?
-       -¿Y Nate? No nada. ¿Estas bien?
-       -Si, Ryan esta de camino. ¿Qué tal Martín?
Martín era el novio de Ariana y Ryan el mío. 
-      - Bien, vendrá ahora también.
-       -Bueno mientras tanto, ¿perreamos?
-       -¡Sí!
Ambas nos reímos y fuimos con el resto de las chicas a bailar. Cuando terminó el cumpleaños cambiamos de discoteca, a la discoteca a la cual solíamos ir normalmente. 


Ahí estaban, Ryan, Shane, Martín y mucha mas gente. Shane era mi mejor amigo, pero normalmente en una relación amistosa entre un chico y una chica uno suele mal interpretar la situación, en esta Shane estaba "enamorado" de mi, pero yo no le correspondia, ni queria estropear lo mio con el o con Ryan. Por esto es por lo cual “Las reinas del juego” somos odiadas, nada de lo que hacemos es nunca real. Uno de los juegos que tenemos se trata de tener el máximo numero de chicos posibles detrás  nuestro. El lema del juego es “too young to care” que significa, “demasiado joven para preocuparte”. Empezamos con pequeños retos de niñatas y acabamos por no tener sentimientos hacia las personas, solo deseábamos ganar siempre. Ser las mas zorras, para devolver el daño que nos hayan podido hacer. En eso se basaban los juegos, en venganza y diversión. Por eso ahora todo el mundo tiene miedo antes de tener una simple amistad con nosotras, piensan que podemos estar jugando con ellos. Yo siempre me describí como una persona muy falsa y si, he hecho mucho daño a muchas personas. Pero corremos un riesgo cuando jugamos a los juegos, que como todo humano, dios nos creo con remordimientos, con conciencia e incluso con sentimientos. Si, esa arma letal que nos destruye por dentro, sentimientos. Así que creo que hablo por las cinco cuando digo que siempre que se nos pone un nuevo reto, un nuevo juego, sea lo que sea, tenemos miedo a ser ganadas, a encariñarnos o incluso enamorarnos. A arrepentirnos.
 Íbamos de camino a la otra discoteca, Ariana, Eli y yo íbamos detrás. Me llego un mensaje a la blackberry. Era la dirección del bajo de “Las Reinas”, una pequeña habitación que teníamos en el centro de la ciudad para dormir los días que había fiestas hasta muy tarde. El numero era desconocido, se lo enseñe a las chicas.
-       -Es la dirección del bajo.- Aclaro Ariana, aunque todas nos habíamos dado cuenta.
-       -¿Quién te lo ha enviado?- Dijo Eli.
-       -Chicas de verdad os estáis luciendo. No lo se. ¿Qué querrá decir?
Me llego otro mensaje. “Te espero a las 11”.
-       -¿Crees que será Ryan?- Pensó Aria.
-       -¿Ryan? ¿Creéis que quiere…?
Todas nos reímos.
-       -¿Pero porque hoy? No es ningún día especial ni nada.
-       -¿Tiene que ser un día especial?
-       -¡Dejarme en paz!- Dije indignada.
-       -¿Vas a ir?
-       -¿Creéis que tiene alguna sorpresina o algo?
-       -Serás cursi.- Añadió Eli.
Pero había algo que no encajaba, el numero de móvil, no era el de Ryan ya habían dado las diez. Entramos por fin en “Third Floor” lo mejor de esa discoteca, a parte de ser enorme, era que pinchaban todo tipo de música, desde “The Beatles” hasta “Eminem” y por eso nos gustaba. Cuando entramos estaban poniendo una de “Grease”. Salude a Shane.

-       -¿Dónde esta Ryan?
-      - Ni idea.- Dijo.- Dijo que tenía que irse a un sitio. ¿Va todo bien entre vosotros?
-       -Hemos tenido una serie de problemas, pero nada serio.
-       -¿Problemas? Vir, viniendo de ti… Me espero cualquier cosa.
-       -¿Lo dices por los juegos?
-       -Si.
-       -Ya sabes que siempre tengo algún problema con él. Se debe a mi bipolaridad, pero tranquilo, no lo vamos a dejar.
-       -Me alegro.- Falseó una sonrisa.
Odiaba cuando hacía eso, no soy la persona adecuada para quejarme de la falsedad de los amigos, pero después de decirme que quería lo mejor para mi y confesarme que estaba “enamorado” no entiendo la constante manía de joderme intencionadamente mis relaciones con otros chicos. A y media las chicas vinieron a recordarme los mensajes y me dijeron que fuera yendo al bajo.

-       -Si necesitas algo avísanos. Cualquier cosa.
-       -Que si.
-       - Pásatelo bien.
-       -Lo haré…
Cuando por fin me marche me encontré a Scott en el camino.

-       -¡Scotty! Siento lo de antes.
-       -¿Qué tal con Ryan?
-       -Mejor, he quedado ahora con el. Lo siento por todo, todo lo que hemos hecho y en todo lo que te he metido.
-       -No importa, era uno de tus juegos. Lo entiendo. Espero que te hallas divertido.
-       -¡Scott!
-       -Virginia, ¡déjame en paz! Búscate otro juguete.
Scott me empujo y se fue, yo seguí mi camino. Scott fue una de las personas que sin duda, consiguieron ganarme el juego, asíque tuve que cortar por lo sano y eso no le gusto.

Llegué al bajo y bajé las escaleras. La puerta estaba abierta, entré. Encendí la luz, todo estaba hecho un desastre. Me asusté, era como si alguien hubiera entrado a robar. Fue entonces cuando me di cuenta de que estaba equivocada, Ryan no estaba aquí. Fui a la pequeña sala principal, la pared estaba grafiteada y había cinco fotos una de cada una. Habían escrito con letras enormes “LAS REINAS” y debajo un mensaje, “todo reinado tiene su guerra, la vuestra acaba de empezar” y mi foto estaba tachada. Mis pupilas se dilataron, mi pulso se aceleró y mi corazón se encogía lentamente. Intenté calmarme respirando profundamente, pero empecé a temblar y la piel se me puso de gallina, escuche un sonido. Me gire, pero no me dio tiempo a ver nada, alguien me golpeó la cabeza. Mi visión se nublo y caí al suelo.

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