Hoy, miramos hacia delante y vemos mil hojas en blanco esperándonos con los brazos abiertos, pero del mismo modo, miramos hacia atrás y nos damos cuenta de que es un día importante, es hoy cuando cerramos un gran capitulo de nuestras vidas. Algunos llevamos toda la vida en Meres, otros llegaron mas tarde o se fueron antes de tiempo y por eso creo que deberíamos hablar de nosotros como de una familia. Porque la familia es un conjunto de personas que conviven día a día, que aprenden juntos y crecen, no solo físicamente, si no que también emocionalmente. En las familias, a medida que pasa el tiempo llegan nuevos miembros y desgraciadamente otros se van. E incluso en la familia mas perfecta existen conflictos y preferencias, pero no por ello dejan de estar unidos. Yo, entré en este colegio con tres años y muchos de los amigos que hice ese primer día siguen siendo hoy como mis hermanos. Creo que todos los que estamos hoy aquí, deberíamos agradecer lo que tenemos ya que no todo el mundo puede optar a ello y mas aquellos que llevamos desde siempre vistiendonos con el uniforme que hace una semana colgamos definitivamente. Para muchos de nosotros el colegio Meres ha sido nuestro patio de recreo, un segundo hogar. Nosotros no fuimos a primero, segundo y tercero de infantil, fuimos a Enanitos, Pulgarcitos y Peter Pan. E hicimos nuestro primer debut en el Campoamor y finalizamos la obra con una canción que decía: "a tu lado me siento seguro, a tu lado no dudo" y creo que no hay mejor frase que exprese lo que con el tiempo hemos llegado a sentir como grupo; otra de las canciones que marca la infancia en Meres es "Baby Beluga" que puso fin a infantil y principio a primaria. Seguíamos llevando nuestros babis, azules y rosas y bebiendo leche a la hora de comer, pero también nos encontramos con cosas nuevas, como las clases de educación física con profesores que nos acompañarían hasta primero de bachiller. Mas tarde dejamos el babi y la leche a un lado y aprendimos el significado de la palabra convivencia, una semana lejos de tu familia, con tus compañeros, en lo que antes llamábamos 'Port Ainé' y ahora 'Spot'. Cada vez éramos mas mayores y cada vez nos acercábamos mas a la ESO; donde las normas estaban para cumplirlas y de lo contrario te amenazaban con notas en la agenda o con 'papeles naranjas'. Poco a poco Meres dejaba de ser nuestro único punto de encuentro y empezábamos a salir los fines de semana, pero no por ello dejábamos de ser una familia, incluso fuera de Meres seguíamos estando unidos. No podía escribir este discurso sin mencionar que fuimos la única generación de Meres que no fue a la fabrica de Coca-cola o sin hacer referencia al Camino de Santiago, un viaje duro y satisfactorio en el cual comimos en una cuadra, dormimos en colchonetas en el suelo y caminamos bajo la lluvia. Pero a pesar del nivel de exigencia del Meres, de sus normas y su 'estilo': falda larga, pelo corto o recogido, sin pulseras ni nada que pudiera desviarse de la imagen que debíamos dar mientras lleváramos el uniforme puesto y a pesar de tener exámenes diarios incluso cuando no estaba previsto; todos tuvimos nuestra recompensa con el viaje de estudios. Espero que este video refleje no solo el regalo que nos ha dado el colegio con esta oportunidad de conocer Italia y a nosotros mismos, si no que también el regalo que nos dio la vida de estar donde estamos y con quién estamos, porque es necesario que sepamos que el amor es lo mas importante y mueve el mundo y con el tiempo yo he llegado a querer a muchos de vosotros como a mi familia y no me refiero solo a los compañeros, porque los profesores también forman parte de este viaje, no solo por su profesión, que es enseñarnos; nos ayudan como personas adultas con mas experiencia en la vida que pueden guiarnos hacia el camino correcto y como amigos que buscan lo mejor para nosotros. Por ello Meres siempre será nuestro patio de recreo, nuestro segundo hogar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario