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Ya es verano mis pequeñas reinas, es hora de demostrar que no mentíamos cuando decíamos que el juego empezaba, nos espera Los Angeles, Boston, Penn State y un mes de pura diversión y pura aventura. Como todos los años, este curso ha estado lleno de emocionantes sucesos, sucesos que debo jurar, nos han cambiado y ahora es tiempo para descansar, para cerrar los ojos y mirar atrás, y saber quienes eran las que verdaderamente valían la pena y quienes no. Para reír ante cada locura que te haya hecho feliz y maquillar cada lagrima que ha caído por tus mejillas fingiendo que ahora solo es una experiencia mas que recordar, un punto a nuestro favor pues ahora somos mas fuertes. Yo sé, y lo afirmo con total tranquilidad que todas hemos crecido este año, y que hay un millón de historias que contar, que pronto se volverán leyendas. Nos hemos hecho valientes, ya no somos princesas y hace mucho tiempo que las reinas ya no viven en castillo ni buscan príncipes azules. Una historia no tiene solo tres capítulos y ahora que se todo lo que ha pasado, seguiré desvelando secretos y acumulando un verano de interesantes juegos. Pues no hay mejores noches que aquellas en las cuales te levantas a las 6 de la mañana para hacer un botellon en el campo de fútbol del campamento, ni mejores compras que aquellas en otro país, con dinero y siendo tu quien manda. No hay nada mejor que el verano, nada mejor que tus amigas y nada mejor que sonreír sabiendo que eres afortunada y nosotras somos muy afortunadas.