miércoles, 25 de abril de 2012

Las locuras crean buenas historias.

Tener miedo solo es el principio de lo que mas tarde se convertirá en confusión. Simple confusión, por si hiciste lo correcto o te equivocaste, en mi opinión las cosas suceden por algo, los errores se cometen por algún motivo, ¿para aprender? o simplemente porque es divertido. Nunca debes de arrepentirte por nada que hayas hecho siendo consciente de ello, porque en ese momento fuiste tu quien quisiste hacerlo, fue tu decisión, sea o no el buen camino. Yo se que en la lucha aveces se gana y otras veces se pierde, tu pierdes, por el mero hecho de que te rindes, tiras tus armas por mucho que te interese la victoria no te esfuerzas en lograrla, corres hacia la siguiente batalla en la cual en cuanto algo no suceda como quieres también te retiras. Yo gano, porque busco un objetivo y sin importarme lo demás me lanzo. Porque lucho, yo lucho en mi guerra y nunca lucho sola y si es a ti a quien quiero, pues serás tu a quien consiga. Yo tengo miedo, por supuesto que si y no lo oculto, lo grito y lo supero, pero se que soy feliz y se que tu tienes miedo, pero lo ocultas. Nunca me guardaste rencor por nada que te pudiera molestar, siempre me apreciaste con todos y cada uno de mis defectos y sin miedo me los decías,  yo al contraria, sin explicar porque, prohibía que cometieses cualquier tipo de error. Supongo que para que no destruyeras esa muralla de orgullo que cubría mi debilidad, esa sonrisa que ocultaba mi dolor, porque aveces me escondo tras una mascara pues se que soy realmente frágil.  Mi corazón es fino cual cristal de una antigua y sucia ventana, lleno de maldad que en cuanto este rompe sale buscando venganza. Pero pese a todos esos defectos que tu bien conoces, pese a mis juegos y mi forma de hundir a la gente, de pensar solamente en mi cuando me hacen daño sin pensar en el daño que hago. A pesar de todas esas cosas malas que me convierten en Virginia, dentro de la habitación que tiene como iluminación el sol que atraviesa ese fino cristal de esa vieja y sucia ventana, soy una niña. Una pequeña niña perdida tras un camino de migas hechas lagrimas, que por supuesto, como cualquier ser humano comete errores, locuras, hace las cosas mal, como tu. ¿Pero que seria la vida sin esa pizca de maldad? ¿Sin esa locura? ¿Sin errores? Pues todo el mundo sabe que no hay una buena historia sin alguna equivocación, porque aunque se busque la perfección, a nadie le gusta esa idea del 10, del aburrimiento, de la obsesión por hacerlo todo bien. Las chicas malas se lo pasan mejor y las buenas historias están llenas de errores que mas tarde te hacen aprender.



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