jueves, 14 de febrero de 2013

El enigma de nuestro veneno.


Cuenta la leyenda que cuando un escorpión se ve rodeado de fuego, se pincha con su propio aguijón, envenenándose con su propio veneno y así morir o huir, pero en realidad solo empeora las cosas. Es curioso, pues tienen ese don con el cual pueden paralizar a sus propias victimas, supongo que esta metáfora da a entender que nosotros somos victimas de nuestro propio veneno. Porque por lo general los humanos somos bastante similares, al menos en mi caso. El fuego equivale a la vida y cuando esta me acorrala, por activa o por pasiva, solo intento huir y al final empeoro las cosas. Cuan digna soy de mi veneno, pues cometo errores cual escorpión.
A veces las personas me preguntan porque decidí tatuarme un atrapa sueños, también llamado espanta pesadillas, algunas piensan que se trata de moda, ignoran que pueda tener un significado, esa gente se equivoca. ‘Protección’ eso significa. ¿Protección?
Siento que así mis sueños estarán a salvo, puedo estar tranquila, me hace pensar también que mis pesadillas están lejos, que no pueden atravesar mi cuerpo, ya que tiene un espanta pesadillas como guardián. Siento que cada idea, por muy loca que sea, no escapará, estará ahí atrapada como un sueño del cual fui consciente.
Pero he de confesar que a veces esas ideas han llegado a asustarme, como pesadillas.
Supongo que la mente humana es un enigma indescifrable, que cada persona es un mundo y cada mente un laberinto de dudas, buenos recuerdos, miedos y cosas que preferiríamos olvidar. Puede que por eso a la mayoría de la gente le parezca que los filósofos estaban locos, que no sabían lo que decían, que estaban perturbados, gente trastornada. Pero en realidad, yo muchas veces he intentado descifrar mi mente, plasmar mis ideas, cada pensamiento y al final, ni siquiera yo era capaz de comprenderlo. Supongo que definir lo que sientes es complicado. Mas aún cuando estas seguro de lo que es, cuando la situación es tan grande que te cuesta hablar, pero es tan clara que solo puedes dejarte llevar. Cuando lloras de emoción, de alegría y no eres capaz de entender el porque, o al revés. Cuando no sientes nada tan solo por no sentir dolor y no eres capaz de describir todas esas emociones con una palabra. Rabia, incertidumbre, tristeza, confusión. Felicidad, serenidad, bien estar.
Conozco a muchas personas, eso es evidente, somos mil millones de habitantes en un espacio determinado por el cual nos movemos. Hay mil millones de mentes, de formas de ser, de ‘seres únicos’. Yo clasifico a algunas personas como “personas espejos”. Son esas personas que aun no se han encontrado. Que son quien tu quieres que sean, se adaptan a ti, se reflejan según como eres tu y según como te deben de tratar. Esa gente piensa que no tiene miedo, pero en el fondo están muy asustados. ¿Qué pasara cuando tengan que ser el espejo de un grupo grande de ‘seres únicos’ y heterogéneos? ¿Cómo actuaran? No podrán complacer a todos, para algunos el espejo se romperá y serán 7 años de mala suerte. Pero en realidad os hablo de este tipo de personas, porque de algún modo quiero explicaros que al ser nadie y ser todos a la vez, no les asusta hablar. Y eso en parte es admirable ¿no? Intentan buscar su camino y a veces se hacen un lio, pero siempre tienen algo que decir, un espejo en el cual reflejarse. No les asusta ser mil personas siempre y cuando estén agusto. Yo no querría ser así, me gusta ser quien soy, pero se que dentro de mi hay muchas cosas que necesitan un espejo en el cual reflejarse para poder verse y así poder hablar de ellas.
Dicen que el silencio es el mayor grito. Es cierto. Las cosas que mas me afectan, son de las que menos hablo. Las cosas que no consigo resolver suelo no decírselas ni a la persona mas cercana. Sienta bien hablar, desahogarte. Pero a veces no puedes, no te sale decirlo, tal vez porque ni si quiera tu lo comprendes.
Me considero una persona a la que le gusta pensar, para llegar así a conclusiones de las cuales escribo e incluso a veces me formulo preguntas o creo metáforas por diversión, para ver si así consigo descubrir algo nuevo, algo distinto.
Por ejemplo, el otro día me pregunte lo siguiente.
Si ahora cerráis los ojos y miráis hacia atrás, pensar, ¿cuantas veces en vuestra vida podríais decir “ahí fue cuando todo cambio”? Yo solo dos veces, la primera vez tenia cinco años y la segunda fue reciente, con 16, este septiembre.
Hace poco tuve también una idea extraña, decidí que la vida es ciertamente muy aburrida. Es una constante rutina, te levantas vas al colegio o trabajo, comes etc. Nunca te despiertas diciendo, hoy me tiro en paracaídas y mañana estaré en la playa de Hawaii, la semana que viene hare surf en Australia. Eso si es vivir la vida. Pero claro, ojala fuera así. Por eso tuve esta estúpida idea. Imaginar que hubiera un numero de personas en este mundo, por ejemplo seis mil millones de habitantes. Que cada uno tuviéramos un numero y que cada semana por ejemplo, o cada mes, nos despertáramos en una vida completamente distinta. Una semana serías millonario, la semana siguiente serías un bebe, en otra vida un vagabundo. Así podríamos vivir eternamente y aprender día a día. Claro que tiene sus contras además de el hecho de que es una idea estúpida. No tendríamos familia, nadie que nos quisiera para siempre. Pero en el fondo seria divertido, los humanos aprenderíamos a vivir solos, a conocer a gente nueva, a vivir experiencias. Como los animales, nos guiaríamos por nuestros propios instintos.
Aún así, a pesar de la rutina, de que aparentemente todos los días sean iguales, yo no cambiaría quien soy y a quien tengo por nada. Pues cada día guarda una nueva sorpresa y al final te paras a pensar, ¿hoy hace un año? Todo era completamente distinto. Incluso tu, porque la gente cambia, pero siempre estaremos hechos del mismo veneno. Siempre seremos un enigma sin resolver.

domingo, 3 de febrero de 2013

Porque la vida es un juego, juega tus mejores cartas.
Y si el mundo da vueltas, gira en dirección contraria.
Y si el miedo te pisa, tranquila, finge tu mejor sonrisa.
No te muestres vulnerable.